En los Lugares Celestiales

Armados para el conflicto, 9 de septiembre Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Efesios 6:13. https://ift.tt/XnCEG3t Hay muchos que no comprenden el conflicto que se lleva a cabo entre Cristo y Satanás por las almas de los hombres. No advierten que si quieren permanecer bajo la bandera ensangrentada del Príncipe Emanuel, deben estar dispuestos a ser partícipes de sus conflictos y sostener una guerra resuelta contra los poderes de las tinieblas. Pensando en el conflicto, Pablo escribe a sus hermanos de Efeso exhortándolos a “ser fuertes”, no débiles, no vacilantes, llevados y traídos como las olas del mar. Pero, ¿en qué debían fortalecerse? ¿En su propio poder? No. “Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza”. Dice Pablo: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”. Vers. 10-13. La obtención de la vida eterna siempre será una lucha, un conflicto. Debemos pelear continuamente la buena batalla de la fe. Somos soldados de Cristo y los que se alistan en su ejército deben esperar hacer una obra difícil que exigirá sus energías hasta lo sumo. Debemos comprender que la vida de un soldado es de lucha agresiva, de perseverancia y paciencia. Por causa de Cristo hemos de soportar pruebas. Las victorias no se ganan por ceremonias u ostentación, sino por la sencilla obediencia al General supremo, al Señor Dios de los cielos. Quien confía en ese Guía nunca conocerá la derrota. La obediencia a Dios es libertad de la servidumbre del pecado.—The Review and Herald, 17 de diciembre de 1908.
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374