“Bástate mi gracia”, 4 de octubre Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9. https://ift.tt/JMDpu8q Durante toda mi enfermedad de los últimos ocho meses [esto fue escrito durante la larga enfermedad que la Hna. Elena G. de White padeció en Australia], he experimentado en mis horas de desvelo la más maravillosa contemplación del amor de Dios al hombre, manifestado en el admirable sacrificio hecho para salvarlo de la ruina. Me complacía repetir el nombre de Jesús; cuán lleno de dulzura, luz y amor. La contemplación de la cruz, de la humillación y los sufrimientos soportados al llevar nuestros pecados, para que su justicia nos fuera imputada, conmueve el corazón y llena el alma con su amor. Parece tan poderoso y compasivo, que exclamamos: “Tu benignidad me ha engrandecido”. Salmos 18:5. Cuando el dolor me parecía casi insoportable, miraba a Jesús y oraba fervientemente, y él ha estado junto a mí, y la oscuridad ha desaparecido para dar paso a la luz. El aire mismo parecía tener una agradable fragancia. ¡Cuán gloriosa parecía la verdad! ¡Cuán elevadora! Podía descansar en el amor de Jesús. El dolor seguía siendo mi porción, pero la promesa: “Bástate mi gracia”, era suficiente para sostenerme. Los dolores más agudos parecían convertirse en paz y reposo. En la noche, durante horas he tenido una dulce comunión con Dios. Mi mente parecía estar iluminada. No tenía disposición para murmurar ni quejarme. Jesús era el motivo de mi esperanza, gozo y ánimo. El cielo parecía estar muy cerca, y Cristo, el gran Médico era mi restaurador, el remedio de toda enfermedad. En él mora toda la plenitud. Jesús es música para mis oídos, y aunque bebo de la copa del sufrimiento, se me ofreció el agua de vida para satisfacer mi sed. Cristo es nuestra justicia, nuestra santificación, nuestra redención. En estos meses de sufrimiento, he tenido tantas vislumbres preciosas de la bondad de Jesús que no quisiera que nunca se borraran.—Carta 28, 1892.
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"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2¶=175.533“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374
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