Abriendo el corazón, 9 de octubre Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:5. https://ift.tt/C1Pz6iW El Señor desea hacer del hombre el depósito de la influencia divina, y lo único que impide la realización de su designio es la actitud de los creyentes que cierran sus corazones a la Luz de la vida. La apostasía provocó el retiro del Espíritu Santo del ser humano, pero, mediante el plan de redención, esta bendición del cielo será restaurada a los que sinceramente la desean. El Señor ha prometido dar todos los buenos dones a quienes los pidan, y esto se define cuando viene acompañado del Espíritu Santo. Cuanto más descubramos nuestra necesidad real—nuestra verdadera pobreza—, tanto más desearemos el don del Espíritu Santo. Nuestra vida será transformada, no en canales de ambición y presunción, sino de ferviente súplica, pidiendo la iluminación del cielo. Por cuanto no vemos nuestra necesidad ni percibimos nuestra pobreza, no hacemos fervorosos ruegos mirando a Jesús, el Autor y Consumador de nuestra fe, para que nos otorgue la bendición... Jesús dijo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. Mateo 7:7. En proporción a nuestro aprecio de la necesidad y valor de las cosas celestiales, buscaremos alcanzarlas. “Separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5), dijo Jesús. Sin embargo, muchos piensan que el hombre puede realizar mucho con su fuerza y sabiduría finitas. Satanás está listo para ofrecer su consejo a fin de ganar muchas personas en el juego de la vida. Cuando los hombres no sienten la necesidad de pedir consejo a sus hermanos, algo anda mal; confían en su propia sabiduría. Es esencial que los hermanos se aconsejen recíprocamente. He sido impulsada a estimular esto durante los últimos cuarenta y cinco años. Una y otra vez se me ha repetido la instrucción de que los que se ocupan de tareas importantes en la causa de Dios, no deberían seguir sus propias ideas, sino buscar consejo entre los suyos.—Manuscript Releases 2:333.
via Facebook https://ift.tt/C1Pz6iW
"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entrada destacada
¡Maranata: El Senor Viene!
Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...
Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2¶=175.533“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374
-
Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario