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Vivir abundantemente


Vivir abundantemente, 23 de febrero

Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10. ELC 62.1
No puede haber cosa tal como una vida estrecha para toda alma relacionada con Cristo. Los que aman a Jesús con mente, alma y corazón, y a su prójimo como a sí mismos, tienen un amplio campo para usar su habilidad e influencia. Ningún talento debe usarse para la complacencia propia. El yo debe morir y nuestras vidas deben estar escondidas con Cristo en Dios... ELC 62.2
El Señor quisiera que avaluáramos nuestras almas según la estimación—hasta donde lo comprendamos—que Cristo les asignó ... Jesús murió para poder redimir al hombre de la ruina eterna. Debemos, pues, considerarnos como una propiedad adquirida. “No sois vuestros”. “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. 1 Corintios 6:19, 20. Todas las facultades de la mente, del alma y del cuerpo son del Señor. Nuestro tiempo le pertenece. Debemos ponernos en las mejores condiciones posibles para hacer su servicio, manteniéndonos constantemente en relación con Cristo y considerando diariamente el costoso sacrificio hecho por nosotros para que fuéramos hechos justicia de Dios en él. Así hemos de crecer hasta la plena estatura de hombres y mujeres en Cristo Jesús... ELC 62.3
El mirar continuamente a Jesús vivificará al alma en Dios ... Jesús declara: ... “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”. Mateo 28:18. ¿Para qué? Para poder dar dones a los hombres, para que ellos puedan poner todas sus facultades a su servicio para dar a conocer el maravilloso amor con el cual él nos amó... ELC 62.4
Cuando estimemos nuestros talentos a la luz de la cruz del Calvario, de tal manera viviremos para Cristo y dejaremos brillar nuestra luz delante de los hombres que nuestras vidas nunca más nos parecerán estrechas.—Carta 23, 1890. ELC 62.5

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