En los Lugares Celestiales


Valor intrépido, 16 de noviembre https://ift.tt/3FkygOO Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón. Salmos 31:24. Los recursos del Cielo son ilimitados y están todos a nuestra disposición... ¿No se les han presentado a los que siguen a Cristo las más altas virtudes para ser cultivadas, los mayores honores para ser ganados? Dios les pide que participen en una carrera en la que todos pueden ganar. Les pide que se alisten en una guerra en la que cada uno puede ser triunfador. Un manto de justicia y una corona de vida eterna: ésa es la recompensa puesta ante el vencedor. Los habitantes del universo celestial esperan que los seguidores de Cristo brillen como luces en el mundo. Han de manifestar el poder de la gracia concedida a los hombres por la muerte de Cristo. Dios espera que los que profesan ser cristianos revelen en su vida el más alto grado de desarrollo de cristianismo. Han de ser reconocidos como representantes de Cristo. Su obra consiste en mostrar que el cristianismo es una realidad. Han de ser hombres de fe, hombres de crecimiento constante, hombres de valor, hombres íntegros, que sin discutir confíen en Dios y sus promesas. Dios necesita hombres de valor intrépido, hombres llenos de esperanza, fe y confianza, que se regocijen pensando en el triunfo final y rehúsen rendirse ante los obstáculos. Aquel que se adhiere firmemente a los principios de la verdad tiene la certeza de que sus puntos de carácter más débiles pueden transformarse en los más fuertes. Los ángeles del cielo están junto al que lucha para poner su vida en armonía con Dios y su santa ley... Que los que están bajo la bandera ensangrentada del Príncipe Emanuel no hagan nada que haya de deshonrar la causa por la cual están luchando. Cristo espera que sus soldados sean valientes, leales y veraces.—The Review and Herald, 18 de febrero de 1904.

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374