A Fin de Conocerle


Guía y amigo, 24 de marzo https://ift.tt/osDlOwA Acuérdate de los tiempos antiguos, considera los años de muchas generaciones; pregunta a tu padre, y él te declarará. Deuteronomio 32:7. La vida es como un viaje. Hay tormentas y luz del sol, pero recordemos que nos estamos acercando al puerto deseado. Pronto estaremos más allá de las tormentas y tempestades. Nuestro deber actual es prestar atención a la voz que dice: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. Mateo 11:29. Debemos aceptar diariamente esa invitación. El pasado está en el libro donde se anotan todas las cosas. No podemos borrar el registro, pero podemos aprender muchas cosas, si así lo queremos. El pasado debiera enseñarnos sus lecciones. Al convertir al pasado en nuestro guía, también podemos hacerlo nuestro amigo. Al traer a la mente lo que en el pasado nos ha sido desagradable, que nos enseñe a no repetirlo. No se registre nada en el futuro que nos cause remordimiento después... Cada día que vivimos estamos haciendo nuestra historia. Hoy es nuestro, ayer está más allá de nuestra posibilidad de enmendarlo o controlarlo. No apenemos, pues, hoy, al Espíritu de Dios, pues mañana no podremos hacer volver este día; será ayer para nosotros... Jesús tiene abundante ayuda y gracia para todos los que las aprecien. El Señor es nuestro ayudador; con él está el perdón. Solo él puede borrar los pecados del pasado. Puede fortalecer la mente. Si consideramos al pasado no más ya como a nuestro enemigo, sino como a un amigo para que nos amoneste haciéndonos retirar del terreno donde no debemos acercarnos, demostrará ser un amigo verdadero... ¿Nos aferraremos del bien y lo apreciaremos, y rehusaremos el mal? ¿Caminaremos humildemente con Dios?... Tenemos solo un pequeño período en el cual obrar. No debemos educarnos para inquietarnos. Mantened los ojos hacia arriba, fijos en el blanco de nuestra elevada vocación en Cristo Jesús.—Carta 66, 1898.

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374