Ir al contenido principal

Alza tus Ojos


La obediencia es el precio, 26 de julio https://ift.tt/pzAKC7J Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Lucas 10:27. La pregunta que el intérprete de la ley formuló a Cristo era de vital importancia. Los fariseos que lo habían incitado a hacer esta pregunta esperaban que el Señor Jesús la respondiera de tal manera que ellos encontraran algo en contra de El, algo por lo cual pudieran acusarlo y condenarlo ante el pueblo. El dominio propio de Cristo, la sabiduría y autoridad con la que hablaba era algo que no podían entender. Cuando el intérprete de la ley formuló esta pregunta, Cristo sabía que la sugerencia provenía de sus más acérrimos enemigos, los que estaban tendiendo una trampa para atraparlo en sus palabras. El Señor Jesús contestó la pregunta colocando la carga sobre el intérprete de la ley, de modo que respondiera su propia pregunta ante la multitud. “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás”. Lucas 10:26-28. La obediencia a los mandamientos de Dios es el precio de la vida eterna. Hay una obra muy extensa e importante que cumplir en la humanidad caída. Esta es la verdadera interpretación de la conversión genuina. La ley del Señor es perfecta, que convierte el alma. La respuesta a esta pregunta, según fue dada por el intérprete de la ley, comprende el deber total del hombre que está buscando la vida eterna. El doctor de la ley no fue capaz de evadir una pregunta tan directa y significativamente expresada como la que tenía que ver con las condiciones de la vida eterna. Comprendió sus implicancias, y la necesidad de responder a las demandas de la ley con el amor supremo a Dios, y al prójimo como a sí mismo. Sabía que no había hecho ni una cosa ni la otra, y la convicción de su negligencia en obedecer los primeros cuatro mandamientos y los últimos seis, especificados claramente en las palabras de los oráculos santos de Dios, fue grabada por el Espíritu Santo en su corazón. Se vio a sí mismo pesado en la balanza del santuario y hallado falto. No servía a Dios por encima de todo porque no lo había amado por encima de todo, con todo su corazón, con toda su alma, con todas sus fuerzas y con toda su mente. Decididamente carente de este requerimiento de la ley de Jehová, fracasó indiscutiblemente en amar a su prójimo como a sí mismo. Así, ante la multitud, El mismo presentó en concisas palabras las condiciones del Evangelio para que cada miembro de la familia humana, que está delante de Dios hoy, obtenga la vida eterna... Estas condiciones son invariables, sempiternas... Es menester sembrar las semillas del Evangelio. De la práctica de la verdad depende la salvación de cada alma humana.—Manuscrito 45, del 26 de julio de 1900, “¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA IGLESIA ADVENTISTA NO ES BABILONIA... ¡ES LAODICEA!

Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la Biblia la verdad del sábado y buscaron la iglesia que respetara los mandamientos de Dios y encontraron a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Desde entonces he tenido la convicción de que la Iglesia Adventista es la Iglesia Verdadera, por cuanto es la única que predica la verdad completa y cumple los dos requisitos que ESTÁN ESCRITOS tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento: ANTIGUO TESTAMENTO: “!!A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”(Isaías 8:20) NUEVO TESTAMENTO “ Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apocalipsis 14:12) “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesu