Dios da el crecimiento, 20 de noviembre https://ift.tt/RAxoBGX Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas. Salmos 126:6. Si nuestros vecinos estuvieran pereciendo por falta de pan, seríamos considerados muy duros si no atendiéramos sus necesidades. Hay entre nosotros personas a quienes nunca se les llevó la Palabra de Dios a sus mentes o entendimiento; están pereciendo por falta del Pan de vida y ¿no es un egoísmo grande de nuestra parte guardar esas verdades sagradas para nosotros y no darlas a los que están hambrientos? Nuestro Padre celestial da la lluvia, el rocío, y la luz del sol desde el cielo para refrescar las flores y hacer que la vegetación crezca y florezca. Pero el hombre tiene una parte que hacer: Preparar el suelo y echar la semilla para que haya una cosecha. Si se cruzara de brazos y dijera: “Dejaré que las cosas sigan su curso natural. No tengo nada que hacer. Dios dará la cosecha. El enviará la luz del sol y la lluvia desde el cielo y yo me quedaré tranquilo”, ¿qué clase de cosecha se produciría? El hombre debe cooperar con Dios y hacer su parte en la preparación del suelo y en la siembra de la semilla, y Dios dará el crecimiento. Nuestro Padre celestial no ha enviado ángeles del cielo a predicar la salvación a los hombres. Ha abierto para nosotros las preciosas verdades de su Palabra y ha implantado la verdad en nuestros corazones para que podamos darla a los que están en tinieblas. Si en verdad hemos probado los preciosos dones de Dios en sus promesas, impartiremos este conocimiento a otros... Hemos de trabajar individualmente como si una gran responsabilidad descansara sobre nosotros. Hemos de manifestar energía incansable, tacto y fervor en esta obra, y llevar la carga, conscientes del peligro en que están nuestros vecinos y amigos. Debemos obrar como Cristo obró... Un Pablo puede plantar y un Apolos regar, pero sólo Dios puede dar el crecimiento.—Manuscrito 79, 1886.
"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
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