Hijos e Hijas de Dios


Contemplaremos su gloria, 30 de noviembre https://ift.tt/f4pliQ0 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Juan 17:24. Son muchos los que, espaciándose en teorías, han perdido de vista el poder vivo del ejemplo del Salvador. Han perdido de vista a Cristo como el que obra humilde y abnegadamente. Necesitan contemplar a Jesús. Día tras día necesitamos una nueva revelación de su presencia. A todos los que le reciben les da facultad de ser hechos hijos de Dios.—El Ministerio de Curación, 363. Al ir discerniendo la perfección del carácter de nuestro Salvador, desearemos ser transformados y renovados completamente a la semejanza de su pureza. Mientras más conozcamos de Dios, más alto será el ideal de nuestro carácter, y más vehemente nuestro anhelo de reflejar su imagen. El elemento divino se combina con el humano cuando el alma se eleva en busca de Dios. A medida que uno se familiariza con la historia del Redentor, descubre en sí mismo serios defectos,... comprende las miras y el espíritu de su amado Maestro. “Mirando a Jesús, el Autor y consumador de nuestra fe”, nos transformamos a su misma imagen. No imitamos la vida de Jesús al mirar lejos de él; sino hablar de él, al vivir en su perfección, al tratar de refinar el gusto y elevar el carácter, al procurar acercarnos al Modelo perfecto por medio de la fe y el amor, y el esfuerzo decidido y perseverante. Al conocer a Cristo, su Palabra, sus hábitos y sus lecciones, nos apropiamos de las virtudes manifestadas en el carácter que hemos estudiado tan profundamente, y nos imbuimos del espíritu que tanto hemos admirado. Jesús llega a ser para nosotros “señalado entre diez mil”, “todo él codiciable”.—The Review and Herald, 15 de marzo de 1887.

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374