¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
¿Sabios o insensatos? 15 de febrero https://ift.tt/dK0qmJ9 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Mateo 25:1, 2. No debemos descansar en la idea de que porque somos miembros de la iglesia ya estamos salvos, mientras no damos evidencias de que nos estamos conformando a la imagen de Cristo, mientras nos aferramos de nuestros antiguos hábitos e introducimos en nuestra trama las hebras de las ideas y las costumbres del mundo... Las diez vírgenes están en guardia en el atardecer de la historia de la tierra. Todas pretenden ser cristianas. Todas han sido llamadas, tienen un nombre, una lámpara, y pretenden servir a Dios. Aparentemente todas aguardan su aparición. Pero cinco son deficientes. Cinco, sorprendidas y angustiadas, se encontrarán fuera del lugar del banquete... Somos representados ya sea por las vírgenes prudentes o por las insensatas. Hay muchos que no permanecen a los pies de Jesús para aprender de él. No conocen sus caminos; no están preparados para su venida. La espera del Señor es fingida. No han velado y orado con esa fe que obra por el amor y purifica el alma. Han vivido una vida descuidada. Han escuchado la verdad y han estado de acuerdo con ella, pero nunca la han incorporado a su vida práctica... El aceite de la gracia no ha alimentado sus lámparas, ni están preparadas para entrar en la cena de bodas del Cordero... No seáis como las vírgenes insensatas, que dan por sentado que las promesas del Señor les pertenecen, mientras no siguen las intimaciones de Cristo. Jesús nos enseña que la profesión de fe no vale nada. “Si alguno quiere venir en pos de mí—dice él—, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24. Cuando pasemos por la prueba refinadora de Dios, por su proceso purificador; cuando el fuego del crisol consuma la escoria y surja el oro fino de un carácter purificado, seguiremos diciendo, con Pablo: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo... Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Filipenses 3:12-14.22The Review and Herald, 31-10-1899.
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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374