Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
El trabajo brinda felicidad, 11 de junio Porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre. Deuteronomio 16:15. https://ift.tt/RwEgUn5 Siempre es elevador el fiel cumplimiento de los deberes del hogar, si uno desempeña en la mejor forma posible en el lugar que le corresponda ocupar. Esta influencia divina es necesaria. En ella hay paz y gozo sagrado. Posee un poder sanador. Secreta e insensiblemente curará las heridas del alma y aun los sufrimientos del cuerpo. La paz mental, que procede de motivos y actos puros y santos, le dará un tono de libertad y vigor a todos los órganos del cuerpo. La paz interior y una conciencia libre de ofensas a Dios, vivificará y vigorizará el intelecto, como el rocío que cae sobre las tiernas plantas. Entonces se dirige y se controla directamente la voluntad, y se hace más resuelta y libre de perversidad. Las meditaciones son placenteras porque están santificadas. La serenidad mental que poseeréis será una bendición para todas vuestras relaciones... Mientras más probéis esta paz y quietud de mente celestial, más crecerá. Es un placer animado y viviente, que no arroja todas las energías morales en el estupor, sino que las despierta a una creciente actividad. La paz perfecta es un atributo del cielo que los ángeles poseen.—Testimonies for the Church 2:326, 327. Algunas madres cometen el error de desligar a sus hijas de las faenas y los cuidados. Al hacer esto, las animan en la indolencia. La excusa que a veces presentan estas madres es: “Mis hijas no son fuertes”. Pero ellas tienen la culpa de que sean débiles e ineficientes. El trabajo bien orientado es precisamente lo que necesitan para ser fuertes, vigorosas, alegres, felices y valientes para afrontar las diversas pruebas que nos acosan en esta vida.—Conducción del Niño, 328.
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374