A Fin de Conocerle
Abriendo los misterios de la redención, 4 de julio Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras. Lucas 24:45. https://ift.tt/nmZrEHP El Señor desea que tengamos una experiencia más profunda y rica en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Quiere que aumente nuestro conocimiento, no en cosas terrenas, sino en las celestiales que conducen a Cristo, nuestra Cabeza viviente. ¿Cuán elevado, cuán grande ha de ser este conocimiento? Debe ser de tal naturaleza que nos haga alcanzar la plena estatura de hombres y mujeres en Cristo Jesús. ¡Cómo anhela Cristo abrirnos los misterios de la redención! Quería hacerlo por sus discípulos cuando vivió con ellos, pero ellos no habían progresado lo suficiente espiritualmente para comprender sus palabras. Tuvo que decirles: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar”. Juan 16:12. ¡Cuanto mejor habrían podido soportar la terrible prueba por la que tuvieron que pasar en su juicio y crucifixión, si hubieran progresado y sido capaces de comprender las instrucciones de Cristo! ¿No permitiremos que Jesús abra nuestro entendimiento? ... Estamos en los bordes del mundo eterno, y debemos dar un testimonio con el cual todo el cielo debe concordar. El ángel nos ha hablado: “Preparaos, uníos; el Señor está a las puertas”.—The Review and Herald, 4 de marzo de 1890. ¡El Señor viene y debemos estar preparados! Cada momento deseo tener su gracia, deseo el ropaje de la justicia de Cristo. Debemos humillar nuestras almas delante de Dios como nunca antes, acudir a postrarnos a los pies de la cruz, y él pondrá en nuestras bocas palabras para dar testimonio de él y dar alabanza a nuestro Dios. ... Quiere santificar nuestra lengua, quiere santificar todo nuestro ser.—Ibid.
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Abriendo los misterios de la redención, 4 de julio Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras. Lucas 24:45. https://ift.tt/nmZrEHP El Señor desea que tengamos una experiencia más profunda y rica en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Quiere que aumente nuestro conocimiento, no en cosas terrenas, sino en las celestiales que conducen a Cristo, nuestra Cabeza viviente. ¿Cuán elevado, cuán grande ha de ser este conocimiento? Debe ser de tal naturaleza que nos haga alcanzar la plena estatura de hombres y mujeres en Cristo Jesús. ¡Cómo anhela Cristo abrirnos los misterios de la redención! Quería hacerlo por sus discípulos cuando vivió con ellos, pero ellos no habían progresado lo suficiente espiritualmente para comprender sus palabras. Tuvo que decirles: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar”. Juan 16:12. ¡Cuanto mejor habrían podido soportar la terrible prueba por la que tuvieron que pasar en su juicio y crucifixión, si hubieran progresado y sido capaces de comprender las instrucciones de Cristo! ¿No permitiremos que Jesús abra nuestro entendimiento? ... Estamos en los bordes del mundo eterno, y debemos dar un testimonio con el cual todo el cielo debe concordar. El ángel nos ha hablado: “Preparaos, uníos; el Señor está a las puertas”.—The Review and Herald, 4 de marzo de 1890. ¡El Señor viene y debemos estar preparados! Cada momento deseo tener su gracia, deseo el ropaje de la justicia de Cristo. Debemos humillar nuestras almas delante de Dios como nunca antes, acudir a postrarnos a los pies de la cruz, y él pondrá en nuestras bocas palabras para dar testimonio de él y dar alabanza a nuestro Dios. ... Quiere santificar nuestra lengua, quiere santificar todo nuestro ser.—Ibid.
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