Sabbath School
MONDAY, JULY 08 Un inolvidable servicio de adoración Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/Xyv4Gsd @seguidores @destacar [El endemoniado] comprendía parcialmente que se hallaba en presencia de quien podía libertarlo; pero cuando intentó ponerse al alcance de aquella mano poderosa, otra voluntad le retuvo; y las palabras de otro fueron pronunciadas por su medio. Terrible era el conflicto entre sus deseos de libertad y el poder de Satanás. Parecía que el pobre atormentado habría de perder la vida en aquel combate con el enemigo que había destruído su virilidad. Pero el Salvador habló con autoridad y libertó al cautivo. El que había sido poseído del demonio, estaba ahora delante de la gente admirada, en pleno goce de la libertad y del dominio propio… [C]ada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en vez de oraciones, solo podía pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fue oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo no serán abandonados al poder de Satanás ni a las flaquezas de su propia naturaleza (El ministerio de curación, pp. 61, 62). El mismo mal espíritu que tentó a Cristo en el desierto y que poseía al endemoniado de Capernaúm dominaba a los judíos incrédulos. Pero con ellos asumía un aire de piedad, tratando de engañarlos en cuanto a sus motivos para rechazar al Salvador. Su condición era más desesperada que la del endemoniado; porque no sentían necesidad de Cristo, y por lo tanto estaban sometidos al poder de Satanás… [L]os dirigentes y maestros de Israel no podían resistir la obra de Satanás. Estaban descuidando el único medio por el cual podrían haber resistido a los malos espíritus. Fue por la Palabra de Dios como Cristo venció al maligno. Los dirigentes de Israel profesaban exponer la Palabra de Dios, pero la habían estudiado solo para sostener sus tradiciones e imponer sus observancias humanas. Por su interpretación, le hacían expresar sentidos que Dios no le había dado. Sus explicaciones místicas hacían confuso lo que él había hecho claro. Discutían insignificantes detalles técnicos, y negaban prácticamente las verdades más esenciales. Así se propalaba la incredulidad. La Palabra de Dios era despojada de su poder, y los malos espíritus realizaban su voluntad (El Deseado de todas las gentes, pp. 222, 223). El verdadero conocimiento proviene de Dios, y vuelve a él. Sus hijos han de recibir para poder dar a su vez. Los que por la gracia de Dios han recibido beneficios intelectuales y espirituales, deben llevar a otros consigo a medida que avanzan hacia una excelencia superior. Y esta obra, hecha en beneficio de los demás, tendrá la cooperación de agentes invisibles. A medida que continuemos fielmente el trabajo, tendremos altas aspiraciones de justicia, santidad, y un conocimiento perfecto de Dios (Consejos para los maestros, p. 19).
¡Visita Sabbath School!
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