Sabbath School
Thursday, September 05 La venida del hijo del hombre Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabáticaç https://ift.tt/XvMRtjB [Jesús]respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaran, las piedras clamarían”. Una gran porción de aquellos que profesan esperar a Cristo exigirían tanto como lo exigieron los fariseos que los discípulos callasen, y levantarían sin duda el clamor: “¡Fanatismo!…” Y los discípulos, que extendían sus ropas y palmas sobre el camino, serían considerados como extravagantes y desenfrenados. Pero Dios quiere tener un pueblo en la tierra que no sea tan frío ni muerto, sino que pueda alabarle y glorificarle. Quiere recibir la gloria de algunas personas, y si aquellos a quienes escogió, los que guardan sus mandamientos, callan, las mismas piedras clamarán (Primeros escritos, p. 109). Cristo pronto ha de venir en las nubes de los cielos, y debemos prepararnos para salir a su encuentro, sin mancha ni arruga ni cosa semejante. Hemos de aceptar ahora la invitación de Cristo. Él dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:28, 29… El poder transformador de Dios debe estar en nuestros corazones. Debemos estudiar la vida de Cristo e imitar el Modelo divino. Debemos contemplar la perfección de su carácter y ser transformados a su imagen. Nadie entrará en el reino de los cielos a menos que su voluntad sea llevada cautiva a la voluntad de Cristo. El cielo está libre de todo pecado, de toda contaminación e impureza; y si hemos de vivir en su atmósfera, si hemos de contemplar la gloria de Cristo, debemos ser puros de corazón, perfectos en carácter por medio de su gracia y justicia (Reflejemos a Jesús, p. 14). El momento exacto de la segunda venida de Cristo no ha sido revelado. Jesús dijo: “Pero del día y la hora nadie sabe”. Sin embargo dio señales de su venida, y dijo: “Cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas”Mateo 24:48, 36, 33. Las ofreció como manifiestas señales de su venida: “Levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca”. Lucas 21:28… Puesto que no conocemos la hora de la venida de Cristo, debemos vivir sobria y piadosamente en este mundo, “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. Su pueblo ha de preservar sus características peculiares como sus representantes. Hay una obra que cada uno de ellos ha de hacer. El rico brindará sus medios, el honrado su influencia, el sabio su sabiduría, el pobre su virtud, si desean ser efectivos obreros con Dios. Han de entregarse a sí mismos en una correcta relación con Dios, a fin de que puedan reflejar la luz de la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo (Reflejemos a Jesús, p. 250).
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