Alza tus Ojos


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No le rindan gloria al yo, 9 de octubre Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová. Jeremías 9:23, 24. https://ift.tt/mgrWczd En... [nuestra] obra por el Maestro, el yo está oculto. El lenguaje del corazón es: El debe crecer y yo menguar. No existe tal cosa como la inactividad espiritual o la holgazanería. El amor al yo muere, el amor a Jesús arde en el altar del alma. No hay lugar para la ambición mundana, egoísta, común o baja, porque estamos viviendo en su presencia, haciendo su obra, y estamos en contacto con Jesucristo y su vida. Su carácter y su trabajo nos absorben completamente. La vida llega a ser imperceptiblemente una con Cristo, como El lo fue con el Padre. La verdad, la luz y la vida, están entretejidas con la forma de vida y el carácter; y las aspiraciones son elevadas, puras, desinteresadas, conforme al orden del cielo. Los tales crecen diariamente en el conocimiento de Dios y de Jesucristo. Muestran eficiencia moral pero no se alaban a sí mismos... Si alguna vez un pueblo necesitó percepción espiritual, vigor, una fe firme y poder en la oración, es el pueblo que asevera estar guardando los mandamientos de Dios y estar esperando que el Señor Jesucristo venga en las nubes del cielo con poder y gran gloria... El amor por Cristo siempre se verá en los que son obreros juntamente con Dios. Los pensamientos y motivos vulgares, terrenales, son descartados, a medida que el amor por el Redentor crece. Nadie, no importa cuán débil sea en fe, esperanza y valor, necesita desesperarse, pues Cristo ha provisto ayuda divina en combinación con el esfuerzo humano. El trabaja constantemente para atraer el alma a una atmósfera pura y santa. Conoce nuestras debilidades y las perplejidades que encontrarnos doquier en este mundo. Se nos brindará asistencia a cada paso que avancemos. Cuando el alma que lucha y se esfuerza con ahínco es cercada por dolencias y rodeada de enemigos para desanimarla, el Consolador se acerca. El Espíritu Santo ayuda nuestras flaquezas. Debemos, para vencer, usar los medios colocados a nuestro alcance. Debemos vestirnos del Señor Jesucristo por fe, con su justicia y no confiar en nuestros propios méritos. Muchos procuran estar presentes en la cena de bodas del Cordero con sus propias vestiduras corrientes, desechando el manto tejido en el telar del cielo preparado para todos a un precio infinito, como una dádiva gratuita para sus huéspedes que participarán de su cena. Hemos de usar el uniforme del cielo. Debemos estar ataviados con la justicia de Cristo e ir a la guerra a sus expensas y bajo su estandarte ensangrentado, o no somos de El.—Manuscrito 41, del 9 de octubre de 1890, “Diario: Labores en el Centro Adán”.
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374