Sabbath School
Wednesday, October 09 La curación del ciego: Parte 2 Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/Iab0qXs Todos los milagros que [Cristo] realizaba en sábado eran para aliviar al afligido, pero los fariseos habían procurado condenarlo como violador del sábado. Habían tratado de incitar a los herodianos contra él. Presentándoselo como procurando establecer un reino rival, consultaron con ellos en cuanto a cómo matarlo. Para excitar a los romanos contra él, se lo habían representado como tratando de subvertir su autoridad. Habían ensayado todos los recursos para impedir que influyera en el pueblo. Pero hasta entonces sus tentativas habían fracasado. Las multitudes que habían presenciado sus obras de misericordia y oído sus enseñanzas puras y santas, sabían que los suyos no eran los hechos y palabras de un violador del sábado o blasfemo. Aun los oficiales enviados por los fariseos habían sentido tanto la influencia de sus palabras que no pudieron echar mano de él. En su desesperación, los judíos habían publicado finalmente un edicto decretando que cualquiera que profesase fe en Jesús fuera expulsado de la sinagoga (El Deseado de todas las gentes, p. 496). Debido al orgullo y la ambición de los hijos de los hombres, Dios ha preferido realizar sus grandiosas obras por medio de los instrumentos más sencillos y humildes. Dios no elige a los hombres a quienes el mundo honra como grandes, talentosos o brillantes. Elige a los que desean trabajar en humildad y sencillez, reconociéndolo como su Guía y la fuente de su fortaleza. Él anhela que lo convirtamos en nuestro Protector y Guía en todos los deberes y asuntos de la vida… El apóstol Pablo podía hacer frente a la elocuencia con la elocuencia, a la lógica con la lógica; podía participar inteligentemente en todas las controversias; pero, ¿estaba satisfecho con ese conocimiento mundanal? Él escribe: “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado” (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 6, p. 1083). Cristo eligió lo insensato del mundo, a los que este consideraba indoctos e ignorantes, para confundir a los sabios. Los discípulos no conocían las tradiciones de los rabinos, pero con el ejemplo de Cristo, su Maestro, obtuvieron una educación de primer orden, porque tenían ante sí un Ejemplo divino. Cristo les fue presentando las verdades más elevadas. A los que Dios emplea en su servicio, los prepara a su manera con el fin de que lo sirvan. Los que predican a Cristo deben aprender de él diariamente, para comprender el misterio de salvar y servir a las almas por las cuales él murió… Deben seguir su ejemplo en todo, para compartir con otros su tierna compasión, y su decidida oposición a toda obra mala (Cada día con Dios, p. 39).
¡Visita Sabbath School!
Wednesday, October 09 La curación del ciego: Parte 2 Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/Iab0qXs Todos los milagros que [Cristo] realizaba en sábado eran para aliviar al afligido, pero los fariseos habían procurado condenarlo como violador del sábado. Habían tratado de incitar a los herodianos contra él. Presentándoselo como procurando establecer un reino rival, consultaron con ellos en cuanto a cómo matarlo. Para excitar a los romanos contra él, se lo habían representado como tratando de subvertir su autoridad. Habían ensayado todos los recursos para impedir que influyera en el pueblo. Pero hasta entonces sus tentativas habían fracasado. Las multitudes que habían presenciado sus obras de misericordia y oído sus enseñanzas puras y santas, sabían que los suyos no eran los hechos y palabras de un violador del sábado o blasfemo. Aun los oficiales enviados por los fariseos habían sentido tanto la influencia de sus palabras que no pudieron echar mano de él. En su desesperación, los judíos habían publicado finalmente un edicto decretando que cualquiera que profesase fe en Jesús fuera expulsado de la sinagoga (El Deseado de todas las gentes, p. 496). Debido al orgullo y la ambición de los hijos de los hombres, Dios ha preferido realizar sus grandiosas obras por medio de los instrumentos más sencillos y humildes. Dios no elige a los hombres a quienes el mundo honra como grandes, talentosos o brillantes. Elige a los que desean trabajar en humildad y sencillez, reconociéndolo como su Guía y la fuente de su fortaleza. Él anhela que lo convirtamos en nuestro Protector y Guía en todos los deberes y asuntos de la vida… El apóstol Pablo podía hacer frente a la elocuencia con la elocuencia, a la lógica con la lógica; podía participar inteligentemente en todas las controversias; pero, ¿estaba satisfecho con ese conocimiento mundanal? Él escribe: “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado” (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 6, p. 1083). Cristo eligió lo insensato del mundo, a los que este consideraba indoctos e ignorantes, para confundir a los sabios. Los discípulos no conocían las tradiciones de los rabinos, pero con el ejemplo de Cristo, su Maestro, obtuvieron una educación de primer orden, porque tenían ante sí un Ejemplo divino. Cristo les fue presentando las verdades más elevadas. A los que Dios emplea en su servicio, los prepara a su manera con el fin de que lo sirvan. Los que predican a Cristo deben aprender de él diariamente, para comprender el misterio de salvar y servir a las almas por las cuales él murió… Deben seguir su ejemplo en todo, para compartir con otros su tierna compasión, y su decidida oposición a toda obra mala (Cada día con Dios, p. 39).
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