Hijos e Hijas de Dios
Semejante al alba, 24 de noviembre Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida. Oseas 6:3. https://ift.tt/Otc2vTi El fin de todas las cosas está cerca. No deberíamos permitir que lo que ya hemos hecho sea el punto final de nuestra obra. El Capitán de nuestra salvación dice: “Avanzad. La noche viene cuando nadie puede obrar”. Debemos aumentar constantemente en utilidad. Nuestra vida debe estar siempre bajo el poder de Cristo. Nuestras lámparas deben permanecer encendidas. La oración es uno de los medios dispuestos por el cielo para el éxito. Los llamamientos, las peticiones y las entrevistas entre hombre y hombre, mueven a los seres humanos, y hacen su parte en la dirección de los asuntos de las naciones. Pero la oración mueve al cielo. El poder que sólo llega en respuesta a la oración le dará a los hombres la sabiduría del cielo, y los capacitará para obrar en el vínculo del Espíritu, unidos por los lazos de la paz. La oración, la fe y la confianza en Dios proporcionan un poder divino que le da a los cálculos humanos su verdadero valor: nada. Dios ha dado revelaciones divinas a los seres humanos en todas las edades, para que así pudieran cumplir su propósito de desarrollar gradualmente las doctrinas de la gracia ante la inteligencia. Su forma de impartir la verdad resulta ilustrada por las palabras: “Como el alba está dispuesta su salida”. El que se sitúe a sí mismo donde Dios pueda alumbrarlo, avanza, por decirlo así, de la oscuridad parcial del amanecer, hasta el total esplendor del mediodía... Del mismo modo que el sol progresa en su viaje de gracia y amor, como los dorados rayos del día inundan el escenario del cielo y embellecen bosques y montañas, despertando al mundo al dispersar las tinieblas de la noche, así los seguidores de Cristo deberán proseguir en su misión de amor.—(Australasian) Union Conference Record, 1-11-1904.
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Semejante al alba, 24 de noviembre Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida. Oseas 6:3. https://ift.tt/Otc2vTi El fin de todas las cosas está cerca. No deberíamos permitir que lo que ya hemos hecho sea el punto final de nuestra obra. El Capitán de nuestra salvación dice: “Avanzad. La noche viene cuando nadie puede obrar”. Debemos aumentar constantemente en utilidad. Nuestra vida debe estar siempre bajo el poder de Cristo. Nuestras lámparas deben permanecer encendidas. La oración es uno de los medios dispuestos por el cielo para el éxito. Los llamamientos, las peticiones y las entrevistas entre hombre y hombre, mueven a los seres humanos, y hacen su parte en la dirección de los asuntos de las naciones. Pero la oración mueve al cielo. El poder que sólo llega en respuesta a la oración le dará a los hombres la sabiduría del cielo, y los capacitará para obrar en el vínculo del Espíritu, unidos por los lazos de la paz. La oración, la fe y la confianza en Dios proporcionan un poder divino que le da a los cálculos humanos su verdadero valor: nada. Dios ha dado revelaciones divinas a los seres humanos en todas las edades, para que así pudieran cumplir su propósito de desarrollar gradualmente las doctrinas de la gracia ante la inteligencia. Su forma de impartir la verdad resulta ilustrada por las palabras: “Como el alba está dispuesta su salida”. El que se sitúe a sí mismo donde Dios pueda alumbrarlo, avanza, por decirlo así, de la oscuridad parcial del amanecer, hasta el total esplendor del mediodía... Del mismo modo que el sol progresa en su viaje de gracia y amor, como los dorados rayos del día inundan el escenario del cielo y embellecen bosques y montañas, despertando al mundo al dispersar las tinieblas de la noche, así los seguidores de Cristo deberán proseguir en su misión de amor.—(Australasian) Union Conference Record, 1-11-1904.
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