Una cosecha segura, 9 de mayo Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas. Proverbios 1:10. https://ift.tt/nXYxdWp Sansón tuvo, en el momento de peligro, la misma fuente de fuerza que tuvo José. Pudo elegir entre el bien y el mal de acuerdo con su deseo. Pero en vez de asirse de la fuerza de Dios, permitió que lo dominaran las pasiones salvajes de su naturaleza. Las facultades de razonamiento estaban pervertidas, la moral corrompida. Dios había llamado a Sansón a una posición de gran responsabilidad, honor y utilidad; pero debía aprender a gobernar aprendiendo primero a obedecer las leyes de Dios. José tenía libre albedrío. El bien y el mal estaban delante de él. Podía elegir el camino de la pureza, la santidad y el honor, o el camino de la inmoralidad y la degradación. Eligió el camino correcto, y Dios lo aprobó. Sansón, bajo tentaciones similares que él mismo había buscado, dio rienda suelta a la pasión. Descubrió que el camino que había elegido terminaba en vergüe...