Bajo el ojo escudriñador de Dios, 19 de agosto En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Efesios 4:22-24. https://ift.tt/ZOk1XLf Se han tomado las provisiones por medio de las cuales cada alma que lucha con las prácticas pecaminosas, puede quedar libre del pecado. “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29. El cristiano no debe mantener sus hábitos pecaminosos, y conservar sus defectos de carácter, sino debe ser renovado en el espíritu de su mente a la semejanza divina. Cualquiera que sea la naturaleza de vuestros defectos, el Espíritu del Señor os capacitará para discernirlos, y se os dará gracia con la que podáis vencer. Mediante los méritos de la sangre de Cristo, podéis ser vencedores, sí, más que vencedores. Pedid al Señor que os ayude a conoceros; colocad vuestra vida bajo sus ojos escudriñadores, y cuando examine vuestro caso, veréis que habéis cometido lastimosos errores, y que lo que suponíais de poca importancia era ofensivo ante la vista del Cielo. Veréis que hay una definida necesidad de una completa transformación del carácter. Comprenderéis que debéis desechar el mal de vuestra conducta, y colaborar con Dios y los ángeles celestiales que son enviados para servir a los que serán los herederos de la salvación. El yo debe morir. Cada práctica, cada hábito que tiene una tendencia perjudicial, no importa cuán inocente pueda considerarlos el mundo, deben combatirse hasta ser vencidos, para que el instrumento humano pueda perfeccionar un carácter de acuerdo con la norma divina. Los caminos errados y las acciones perversas de los que nos rodean no deben deslustrar nuestra piedad ni conformar nuestros hábitos con los del mundo.—The Youth’s Instructor, 7 de junio de 1894.
via Facebook https://ift.tt/ZOk1XLf
"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entrada destacada
¡Maranata: El Senor Viene!
Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...
Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2¶=175.533“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374
-
Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario