Ir al contenido principal

En los Lugares Celestiales


Un mundo para amonestar, 29 de noviembre https://ift.tt/3pcSDXw Y será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones: y entonces vendrá el fin. Mateo 24:14. Como los rayos del sol penetran hasta los más remotos rincones del globo, es el plan de Dios que la luz del Evangelio se extienda a toda alma sobre la tierra... En este tiempo en que el enemigo obra como nunca antes para acaparar la mente de hombres y mujeres debiéramos trabajar con incesante actividad. Hemos de proclamar diligente y desinteresadamente el último mensaje de misericordia en las ciudades, en los caminos y atajos. Se ha de llegar a todas las clases. Mientras trabajemos nos encontraremos con diferentes nacionalidades. Ninguna ha de quedar sin ser amonestada. El Señor Jesús fue el don de Dios para todo el mundo, no sólo para las clases más elevadas, ni para una nacionalidad con exclusión de otras. Su gracia salvadora rodea el mundo. Todo el que quiera puede beber del agua de vida. Un mundo aguarda para oír el mensaje de la verdad presente. Y mientras los siervos de Dios se levantan para dar la luz, todas las nacionalidades se representan alistándose para el servicio como instrumentos de elección divina... El reino de la gracia se está estableciendo ahora, mientras día tras día los corazones que han estado llenos de pecado y de rebelión se rinden a la soberanía de su amor. Pero el establecimiento pleno del reino de su gloria no ocurrirá hasta la segunda venida de Cristo a este mundo. “El reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo”. Daniel 7:27... Pero antes de esa venida Jesús dijo que “será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones”. Su reino no vendrá hasta que las buenas nuevas de su gracia hayan sido llevadas a toda la tierra.—The Review and Herald, 14 de noviembre de 1912.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Alza tus Ojos

Escoged cada día, 9 de febrero https://ift.tt/WkwH4TG La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. Salmos 119:130. Cuanto más a menudo se lee el Nuevo Testamento, más instructivo es. Ninguno se cansa de sus palabras hermosas, porque son semejantes a piedras preciosas. Cuanto más profunda sea la investigación que se haga en ellas, tanto más nueva y más espléndida será la luz reflejada por las mismas. Cuanto más estudiemos la Palabra con corazón sencillo y confiado, más comprenderemos la senda por la que debemos andar a fin de alcanzar el Paraíso de Dios. Recibimos vida de Cristo mediante el estudio de su Palabra. “En él estaba la vida”; vida original, no prestada. Es la fuente de vida. Recibimos vida del Salvador, quien la vuelve a tomar. La vida que nos ha sido dada por Dios debiera ser utilizada de la mejor manera, porque como instrumentos humanos estamos formando nuestro propio destino. Necesitamos escoger sabiamente para asociamos con quienes nos capacitarán

LA ADORACIÓN VERDADERA Y LA FALSA ADORACIÓN

Por: Miguel Cabán, pastor jubilado de la Asociación del Oeste de Puerto Rico   La gran mayoría de los lectores de este tratado ha escuchado acerca de la Iglesia Celebración que surgió a fines de los 80. Los defensores de celebración sostienen que hay que alcanzar a los jóvenes de la nueva generación con  música  moderna como Rock, Pop, ect, etc. ¿Saben ustedes como le llaman actualmente a esas iglesias de celebración? Iglesias culturalmente relevantes (New Song Church o iglesias para jóvenes o Turn Point). Ahora cabe preguntar ¿Debemos de usar la música Rock para poder alcanzar a los jóvenes de la nueva generación?    Un autor dice al respecto: “¿Usamos drogas para alcanzar a los viciados para Cristo? ¿Usamos lenguaje obsceno para alcanzar aquellos que blasfeman? ¿Robamos para nosotros identificarnos con los ladrones? ¿Producimos material pornográfico para presentar a Cristo a los pornográficos? ¿Por qué entonces deberíamos usar una música carnal para conseguir llamar la atención del