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Conflicto y Valor


“Que yo y mi casa...”, 29 de abril https://ift.tt/mMdgHK9 Josué 24. Escogeos hoy a quién sirváis. Josué 24:15. Al percatarse Josué de que los achaques de la vejez le invadían sigilosamente y que pronto su obra terminaría, se llenó de ansiedad por el futuro de su pueblo. Con interés más que paternal se dirigió a ellos cuando estuvieron reunidos una vez más alrededor de su anciano jefe... Por indicación de Josué se había traído el arca de Silo. Era una ocasión muy solemne, y este símbolo de la presencia de Dios iba a profundizar la impresión que él deseaba hacer sobre el pueblo. Después de exponer la bondad de Dios hacia Israel, los invitó en el nombre de Jehová a que decidieran a quién querían servir. El culto de los ídolos seguía practicándose hasta cierto punto, en secreto, y Josué trató ahora de inducirlos a hacer una decisión que desterrara este pecado de Israel... Josué deseaba lograr que sirvieran a Dios, no a la fuerza, sino voluntariamente... “Que yo y mi casa—dijo Josué—serviremos a Jehová”. El mismo santo celo que inspiraba el corazón del jefe se comunicó al pueblo. Sus exhortaciones le arrancaron esta respuesta espontánea: “Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová por servir a otros dioses”... Josué trató de hacer que sus oyentes pesaran muy bien sus palabras, y que desistieran de hacer votos para cuyo cumplimiento no estaban preparados. Con profundo fervor repitieron esta declaración: “No, antes a Jehová serviremos”. Consintiendo solemnemente en atestiguar contra sí mismos que habían escogido a Jehová, una vez más reiteraron su promesa de lealtad: “A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos”... La obra de Josué en favor de Israel había terminado. Había cumplido “siguiendo a Jehová”, y en el libro de Dios se lo llamó “el siervo de Jehová”. El testimonio más noble que se da acerca de su carácter como caudillo del pueblo es la historia de la generación que disfrutó de sus labores. “Y sirvió Israel a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que vinieron después de Josué”. Historia de los Patriarcas y Profetas, 559, 561-563.

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