En los Lugares Celestiales


Los sentimientos no son una prueba, 29 de abril https://ift.tt/Jnud1B2 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Hebreos 10:23. La religión de Cristo no es una religión de mera emoción. No podéis depender de vuestros sentimientos como evidencia de la aceptación de Dios, porque los sentimientos son variables. Debéis afirmar vuestros pies en las promesas de la Palabra de Dios, debéis andar según el ejemplo de Jesús y aprender a vivir por fe.—The Review and Herald, 5 de mayo de 1891. Apenas alguien comienza a mirar sus sentimientos está en terreno peligroso. Si se siente alegre y gozoso, está muy confiado y tiene emociones muy placenteras. Vendrá el cambio. Hay circunstancias que traen la depresión y sentimientos de tristeza; entonces la mente comenzará naturalmente a dudar de la compañía de Dios. No debemos hacer de los sentimientos la piedra de toque de nuestra condición espiritual, sean éstos buenos o desanimadores. La Palabra de Dios debe ser la evidencia de nuestra verdadera posición ante él. Muchos están confundidos en este punto... Si confesáis vuestros pecados, creed que son perdonados porque la promesa es positiva. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad”. 1 Juan 1:9. ¿Por qué, pues, deshonraremos a Dios dudando de su amor perdonador? Habiendo confesado vuestros pecados, creed que la Palabra de Dios no fallará, sino que el que ha prometido es fiel. Es tan grande el deber de creer que Dios cumplirá su palabra perdonando vuestros pecados, como el que tenéis de confesarlos. Debéis ejercer vuestra fe en Dios como alguien que hará exactamente lo que dijo que haría—perdonar todas vuestras transgresiones... Debemos confiar; debemos educar y ejercitar nuestras almas en creer la Palabra de Dios implícitamente.—Carta 10, 1893.

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374