¡Maranata: El Senor Viene!


Un fundamento firme, 29 de abril https://ift.tt/xRLI7q0 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 2 Timoteo 2:19. El Señor tendrá un pueblo tan leal como el acero y de fe tan firme como el granito. Sus miembros han de ser sus testigos en el mundo, instrumentos que han de realizar una obra especial y gloriosa en el día de su preparación... Los ministros que han predicado la verdad con todo celo y fervor pueden apostatar y unirse a las filas de nuestros enemigos; acaso ¿transforma esto la verdad de Dios en mentira? “Pero—dice el apóstol—el fundamento de Dios está firme”... Pueden cambiar la fe y los sentimientos de los hombres; pero nunca la verdad de Dios... Es tan cierto que tenemos la verdad como que Dios vive; y Satanás, con todas sus artes y todo su poder infernal, no puede cambiar la verdad de Dios en mentira. Aunque el gran adversario procure anular hasta lo sumo la Palabra de Dios, la verdad fulgurará como una lámpara encendida. El Señor nos ha elegido, y nos ha hecho objetos de su misericordia maravillosa. ¿Nos dejaremos hechizar por las charlas de los apóstatas? ¿Nos colocaremos de parte de Satanás y de su hueste? ¿Nos uniremos con los transgresores de la ley de Dios? Sea más bien nuestra oración: “Señor, pon enemistad entre mí y la serpiente”. Si no estamos en enemistad con sus obras tenebrosas, nos circundarán sus poderosos brazos, y su aguijón estará listo para penetrar en cualquier momento hasta nuestro corazón. Debemos tenerle por enemigo mortal. Debemos oponernos a él en nombre de Cristo. Nuestra obra consiste en seguir adelante. Debemos defender cada pulgada de terreno. Todos los que llevan el nombre de Cristo revístanse de la armadura de justicia.65Joyas de los Testimonios 1:590, 591. Ha llegado el tiempo cuando debemos saber por nosotros mismos por qué creemos lo que creemos... Debemos estar revestidos de la justicia de Cristo si queremos permanecer firmes frente a la iniquidad que prevalece. Debemos mostrar nuestra fe por medio de nuestras obras. Pongamos un buen fundamento para el porvenir, a fin de que podamos asirnos de la vida eterna. Debemos trabajar, no con nuestra propia fuerza, sino con la fortaleza de nuestro resucitado Salvador. ¿Qué estamos dispuestos a hacer por Jesús?66Testimonies for the Church 4:596, 597.

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374