Sabbath School


Comentarios Elena G.W https://ift.tt/Lv1BNPF Aunque puedan ser muy evidentes para los demás, no siempre podemos ver los malos rasgos de nuestro carácter. Sin embargo, el tiempo y las circunstancias, con toda seguridad, sacarán a la luz el oro o descubrirán el vil metal de nuestro carácter. Los hombres no nos conocen hasta que el crisol de Dios nos pone a prueba. Cada pensamiento bajo, cada mala acción, revela algún defecto del carácter. Los rasgos ásperos deben ser desbastados por el bisel y el martillo del gran taller de Dios, y la gracia de Dios debe pulirnos antes de que podamos ocupar un lugar en el glorioso templo (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 532, 533). Hoy muchos piensan que cuando comienzan su vida cristiana se encontrarán libres de toda necesidad y de toda dificultad. Pero todo aquel que toma su cruz y sigue a Cristo tiene un Refidim en su camino. La vida no está hecha de verdes prados ni de aguas de reposo. El desaliento nos alcanza; llegan las privaciones; se producen incidentes que nos ponen en dificultad. A medida que avanzamos en el sendero angosto haciendo, según creemos, lo mejor, encontramos pruebas dolorosas que nos asedian… Acusados por la conciencia, razonamos que si hubiéramos caminado con Dios nunca hubiésemos sufrido de este modo… Desde antaño el Señor condujo a su pueblo a Refidim, y puede escoger conducirnos a nosotros allí con el propósito de probar nuestra fidelidad y lealtad hacia él. En su misericordia, Dios no siempre nos coloca en los lugares más fáciles; pues si lo hiciera, por nuestra autosuficiencia olvidaríamos que el Señor es nuestro ayudador en tiempo de necesidad. Desea manifestarse en medio de nuestras emergencias y revelarnos la abundante ayuda que hay a nuestra disposición, independientemente de lo que nos rodea; y él permite los desengaños y las pruebas para que percibamos nuestra impotencia y aprendamos a pedir ayuda al Señor, como un niño que cuando está hambriento y sediento se dirige a su padre terrenal (Signs of the Times, 10 de septiembre 1896; parcialmente en Cristo triunfante, p. 114). Hay espinas en toda senda. Todos los que siguen la dirección del Señor deben esperar sinsabores, aflicciones y privaciones. Pero un espíritu de verdadero heroísmo les ayudará a vencer todo esto. Muchos magnifican enormemente las dificultades aparentes y luego empiezan a compadecerse de sí mismos y dar lugar al desaliento. Los tales… necesitan disciplinarse en el esfuerzo y vencer todos estos sentimientos infantiles… Cada uno debiera tener un blanco, un objetivo en la vida… Los propósitos meritorios deben mantenerse constantemente en vista y cada pensamiento y acción tender a su realización (La fe por la cual vivo, p. 318).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374