Cada Día con Dios
Firmes en la salvación, 27 de marzo https://ift.tt/xTlfF6o Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Efesios 6:10. Si ustedes están íntimamente relacionados con Jesucristo, la Fuente de luz y sabiduría, pueden llegar a ser hombres y mujeres fuertes en el Señor. Estamos tan inclinados a conformarnos sin una evidencia especial de nuestra proximidad a Dios, que fracasamos donde debiéramos triunfar. Jesús ha hecho todas las provisiones necesarias para que no solamente creamos una verdad impopular, sino para que tengamos gozo en él. La verdad y la fe obran por el amor, y purifican el alma. Surge ahora esta pregunta: ¿Están progresando ustedes en el conocimiento de la verdad? ¿Tienen una relación viviente con Jesucristo? Abrahán la tuvo, y conversó con los ángeles y les pudo pedir un favor. Moisés tuvo una relación viviente con Dios y su petición más ferviente fue ver la gloria de Dios. “Muéstrame tu gloria”, fue su petición. El Señor no lo reprendió por ello; no fue presuntuoso al tratar de saber más acerca de Dios y su gloria. Por lo contrario, vemos a este hombre de fe vigorosa oculto en la hendidura de la roca, y la mano de Dios puesta sobre ella; entonces le mostró su gloria. Nuestra fe y nuestra experiencia carecen del suficiente fervor... Espero que ninguno de ustedes se quede conforme simplemente porque cree en la verdad. Mientras haya un alma que salvar en el mundo, es necesario que acudan a la Fuente de toda luz y todo poder para salvar a esas almas. A ustedes no les importa que su experiencia tenga un molde terrenal y mundano. Hay almas que se pueden salvar o perder, y necesitan asimilar mucho más de Jesús en sus vidas, caracteres y experiencias. Pueden ser de ayuda y bendición mutuas si son fieles donde están, y si sienten que son representantes de Dios en la tierra... No permitan que la verdad, por tanto repetirla, se convierta en algo que no proporcione ningún beneficio especial; por el contrario, permitamos que nos capacite cada día más para participar de la sociedad de los ángeles celestiales en el reino de Dios.—Manuscrito 19a, del 27 de marzo de 1886, “Lecciones de la vida de Abrahán”.
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Firmes en la salvación, 27 de marzo https://ift.tt/xTlfF6o Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Efesios 6:10. Si ustedes están íntimamente relacionados con Jesucristo, la Fuente de luz y sabiduría, pueden llegar a ser hombres y mujeres fuertes en el Señor. Estamos tan inclinados a conformarnos sin una evidencia especial de nuestra proximidad a Dios, que fracasamos donde debiéramos triunfar. Jesús ha hecho todas las provisiones necesarias para que no solamente creamos una verdad impopular, sino para que tengamos gozo en él. La verdad y la fe obran por el amor, y purifican el alma. Surge ahora esta pregunta: ¿Están progresando ustedes en el conocimiento de la verdad? ¿Tienen una relación viviente con Jesucristo? Abrahán la tuvo, y conversó con los ángeles y les pudo pedir un favor. Moisés tuvo una relación viviente con Dios y su petición más ferviente fue ver la gloria de Dios. “Muéstrame tu gloria”, fue su petición. El Señor no lo reprendió por ello; no fue presuntuoso al tratar de saber más acerca de Dios y su gloria. Por lo contrario, vemos a este hombre de fe vigorosa oculto en la hendidura de la roca, y la mano de Dios puesta sobre ella; entonces le mostró su gloria. Nuestra fe y nuestra experiencia carecen del suficiente fervor... Espero que ninguno de ustedes se quede conforme simplemente porque cree en la verdad. Mientras haya un alma que salvar en el mundo, es necesario que acudan a la Fuente de toda luz y todo poder para salvar a esas almas. A ustedes no les importa que su experiencia tenga un molde terrenal y mundano. Hay almas que se pueden salvar o perder, y necesitan asimilar mucho más de Jesús en sus vidas, caracteres y experiencias. Pueden ser de ayuda y bendición mutuas si son fieles donde están, y si sienten que son representantes de Dios en la tierra... No permitan que la verdad, por tanto repetirla, se convierta en algo que no proporcione ningún beneficio especial; por el contrario, permitamos que nos capacite cada día más para participar de la sociedad de los ángeles celestiales en el reino de Dios.—Manuscrito 19a, del 27 de marzo de 1886, “Lecciones de la vida de Abrahán”.
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