Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
Debemos trabajar con amor, 18 de septiembre En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Juan 13:35. https://ift.tt/UPNclCS Quiera Dios ayudarnos a comprender que debemos ser colaboradores con él. Comencemos ahora mismo a ser colaboradores del cielo... ¿No os uniréis en el trabajo en favor de vuestras familias, de vuestros amigos y relaciones?—Manuscrito 85, 1909. Que cada uno de nuestros jóvenes discípulos de Cristo sienta un amor abnegado por todos los demás discípulos del Maestro... Ved si no hay un pobre niño que no sea un hijo favorito, al cual no se le muestra ninguna atención especial, y hacedlo objeto de vuestra abnegada atención. Los que son especialmente atractivos no carecerán de amigos: mientras que los que son menos agradables en apariencia, que son tímidos y no muy fáciles de tratar, pueden poseer exquisitos rasgos de carácter, y han sido comprados por la sangre de Cristo.—The Youth’s Instructor, 25 de mayo de 1893. Necesitamos darnos cuenta diariamente de qué ayudador encontramos en Jesús. Quiera Dios que todos entiendan que pueden ser colaboradores con Jesucristo. Es vuestro privilegio recibir gracia de Cristo, quien desea capacitaros para confortar a otros con el mismo consuelo con que vosotros sois confortados de Dios... Que cada uno trate de hacer su obra como desearía haberla hecho cuando el fin de todas las cosas venga. Que cada uno trate de ayudar al que está a su lado. Así tendréis un cielo en miniatura aquí en la tierra, y los ángeles de Dios obrarán por vuestro medio para causar la debida impresión... Cristo desea emplearos como a sus siervos. Tratad de ayudar siempre que os sea posible hacerlo. Cultivad la mejor disposición, de modo que la gracia de Dios pueda derramarse ricamente sobre vosotros.—Manuscrito 87, 1909.
¡Visita Hijos e Hijas de Dios!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374