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Sabbath School


Sabbath School
Wednesday, September 18 Abandonado por Dios Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/V1kxI6s Cada espasmo soportado por el Hijo de Dios en la cruz, las gotas de sangre que fluyeron de su frente, sus manos y sus pies, las convulsiones de agonía que sacudieron su cuerpo y la ineludible angustia que llenó su alma cuando su Padre ocultó su rostro de él, hablan al hombre diciéndole: “Por amor a ti el Hijo de Dios consintió en permitir que estos terribles crímenes fueran depositados sobre él; por ti saqueó los dominios de la muerte y abrió las puertas del Paraíso y la vida inmortal”. El que calmó las airadas olas por medio de su palabra y caminó por las ondas coronadas de espuma, que hizo temblar a los demonios y logró que huyera la enfermedad al toque de su mano, el que resucitó muertos y abrió los ojos de los ciegos, se ofreció en la cruz como el único sacrificio en lugar del hombre. Él, el portador del pecado, soportó el castigo legal que merecía la iniquidad, y se hizo pecado por el hombre (La historia de la redención, pp. 233, 234). El desgarramiento del velo en el templo demostró que los sacrificios y los ritos judaicos no serían ya recibidos. El gran sacrificio había sido ofrecido y aceptado, y el Espíritu Santo que descendió en el día de Pentecostés dirigió la atención de los discípulos desde el Santuario terrenal al celestial, donde Jesús había entrado con su propia sangre, para derramar sobre sus discípulos los beneficios de su expiación. Pero los judíos fueron dejados en tinieblas totales. Perdieron toda la luz que pudieran haber tenido acerca del plan de salvación, y siguieron confiando en sus sacrificios y ofrendas inútiles. El Santuario celestial había reemplazado al terrenal, pero ellos no tenían noción del cambio. Por lo tanto no podían recibir beneficios de la mediación de Cristo en el Lugar Santo (Primeros escritos, pp. 259, 260). [L]os instrumentos celestiales tienen que luchar con obstáculos antes de que a su tiempo se cumpla el propósito de Dios… Los ángeles buenos y malos tienen una parte en los planes de Dios para su reino terrenal. El propósito de Dios es llevar adelante su obra dentro de pautas correctas, mediante formas que redunden para su gloria. Pero Satanás siempre procura contrarrestar el propósito de Dios. Los siervos de Dios pueden hacer adelantar su obra sólo si se humillan delante del Señor. Nunca deben depender para el éxito de sus propios esfuerzos ni de una exhibición ostentosa… Como pueblo no comprendemos como debiéramos el gran conflicto que se libra entre seres invisibles, la lucha entre ángeles leales y desleales… Nuestra única seguridad es la Palabra escrita. Debemos orar como lo hizo Daniel para que seamos guardados por los seres celestiales. Los ángeles, como espíritus ministradores, son enviados para servir a los que serán los herederos de la salvación. Orad, mis hermanos; orad como nunca habéis orado antes. No estamos preparados para la venida del Señor. Necesitamos hacer una obra consumada para la eternidad (Comentarios de Elena G. de White en_Comentario bíblico adventista del séptimo día_, t. 4, pp. 1194, 1195).
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Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la Biblia la verdad del sábado y buscaron la iglesia que respetara los mandamientos de Dios y encontraron a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Desde entonces he tenido la convicción de que la Iglesia Adventista es la Iglesia Verdadera, por cuanto es la única que predica la verdad completa y cumple los dos requisitos que ESTÁN ESCRITOS tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento: ANTIGUO TESTAMENTO: “!!A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”(Isaías 8:20) NUEVO TESTAMENTO “ Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apocalipsis 14:12) “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesu