Conflicto y Valor

Un contrato con Dios, 1 de julio 2 Crónicas 1. https://ift.tt/0XD3pog Salomón hijo de David fue afirmado en su reino, y Jehová su Dios estaba con él, y lo engrandeció sobremanera. 2 Crónicas 1:1. La gloria verdadera de Salomón durante la primera parte de su reinado no estribaba en su sabiduría sobresaliente, sus riquezas fabulosas o su extenso poder y fama, sino en la honra que reportaba al nombre del Dios de Israel mediante el uso sabio que hacía de los dones del cielo.—La Historia de Profetas y Reyes, 23. Noble en juventud y en virilidad, amado de su Dios, Salomón se inició en un reinado que prometía gran prosperidad y honor. Las naciones se maravillaban del conocimiento y de la perspicacia del hombre a quien Dios había dado sabiduría. Pero el orgullo de la prosperidad lo separó de Dios. Salomón se apartó del gozo de la comunión divina para buscar satisfacción en los placeres de los sentidos.—La Educación, 147. Satanás bien sabía los resultados que traería la obediencia, y durante los primeros años del reinado de Salomón, años gloriosos a causa de la sabiduría, la beneficencia, y la rectitud del rey, trató de introducir influencias que insidiosamente debilitaran la lealtad de Salomón a los principios, y lo hicieran separarse de Dios.—Fundamentals of Christian Education, 498. ¿Cometió el Señor una equivocación al poner a Salomón en una posición de tan grande responsabilidad? No. Dios lo preparó para llevar esas responsabilidades y le prometió gracia y fuerza a condición de la obediencia... El Señor coloca a los hombres en puestos de responsabilidad, no para que realicen sus propios deseos, sino la voluntad del Señor. Mientras ellos aprecien sus puros principios de gobierno, los bendecirá y fortalecerá, reconociéndolos como sus instrumentos. Dios nunca abandona al que es leal a los principios.—The S.D.A. Bible Commentary 3:1128. El Señor le dijo a Salomón que si andaba en sus caminos, sus bendiciones le acompañarían y le sería dada sabiduría. Pero Salomón falló en mantener su contrato con Dios. Siguió los dictados de su propio corazón, y el Señor lo abandonó a sus propios impulsos. En la actualidad cada uno tiene su parte que hacer: deberes que cumplir y responsabilidades que llevar. Nadie puede hacer su parte en forma aceptable sin sabiduría de lo alto.—Carta 104, 1902.
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374