En los Lugares Celestiales

Tiempo de escudriñar el corazón, 4 de agosto Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. 2 Corintios 13:5. https://ift.tt/CisSbUr Una de las demandas al hombre está determinada por el uso que haya dado a los dones que Dios le confirió. Los miembros de la familia humana tienen derecho a llevar el nombre de hombres y mujeres solamente en la medida en que empleen sus talentos para el bien de otros. Mientras ayuda a otros es cuando el hombre está más estrechamente unido a Dios. El que es fiel a su entereza recibida de Dios no solamente procurará la felicidad de sus prójimos en esta vida sino que los ayudará a obtener el premio de la vida venidera... Se le pide al hombre que ame a Dios por sobre todo, con toda el alma, con todas las fuerzas y con toda la mente; y a su prójimo como a sí mismo. Esto no le es posible a menos que se niegue a sí mismo. Negarse a sí mismo significa el dominio del espíritu cuando la pasión disputa por la supremacía; resistir la tentación de censurar y de hablar palabras de crítica; tener paciencia con el niño que es lerdo y cuya conducta es ofensiva y exasperante; permanecer en el puesto del deber aunque otros cedan; llevar responsabilidades donde y cuando el deber lo requiera, no para obtener aplauso, no por costumbre, sino por la causa del Maestro, que ha dado a cada uno de sus seguidores una obra que debe ser hecha con inalterable fidelidad. Negarse a sí mismo significa hacer lo bueno cuando la [natural] inclinación guía a servirnos y complacernos a nosotros mismos. Significa trabajar pacientemente y con alegría por el bien de otros, aun cuando parezca que nuestros esfuerzos no son apreciados... Recordad que necesitáis ser fortalecidos por constante vigilancia y oración. Mientras miréis a Cristo, seréis salvos; pero en el momento en que confiéis en vosotros mismos, estaréis en grave peligro. El que está en armonía con Dios constantemente depende de su ayuda. The Review and Herald, 11 de julio de 1907.
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374