Hijos e Hijas de Dios

Defendamos la fe, 19 de septiembre Que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Judas 3. https://ift.tt/heZW692 El crimen en todas sus formas está aumentando en el mundo, y por lo tanto la tierra está corrompida bajo sus moradores. Los planes eternos de Dios están por cumplirse, y el fin de todas las cosas está cerca. Es la hora cuando los que poseen un conocimiento de la verdad de Dios debieran alistarse bajo la bandera manchada de sangre del Príncipe Emmanuel. Debieran levantarse como defensores de la fe dada a los santos. Debieran hacer conocer al mundo qué significa guardar los mandamientos de Dios y tener la fe de Jesús. Debieran permitir que su luz brille claramente, derramando poderosos rayos sobre la senda de los que caminan en la oscuridad. Los soldados de Cristo debieran defender la verdad hombro a hombro, ser leales a ella, vindicando la ley de Jehová. Los que se apartan de los claros preceptos de Dios, estarán de parte del error, y se alistarán contra los soldados de Cristo. Por su forma de proceder, oponiéndose a la verdad de Dios y obligando a la conciencia a practicar el error mediante medidas opresivas, manifestarán quién es su jefe. Ahora es el momento de ponerse decididamente de parte de la verdad; y siendo que Dios ha dado a cada uno su medida de influencia, es deber de cada uno ejercerla para gloria de Dios y para bien de sus semejantes. Ninguno de los mayordomos de Cristo permanecerá ocioso en un tiempo como el presente, o se contentará simplemente con vivir para sí. Los que están en comunión con Cristo se darán cuenta de que hay almas a cada paso que pueden beneficiarse mediante su ayuda, su ejemplo, y su influencia.—The Youth’s Instructor, 29 de junio de 1893.
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374