El pueblo peculiar de Dios, 7 de noviembre
Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. Tito 2:14.Lo que más distingue al pueblo de Dios de las religiones populares no es solamente su profesión, sino su carácter ejemplar y sus principios de amor abnegado. La influencia poderosa y purificadora del Espíritu de Dios ejercida sobre el corazón, se manifiesta en palabras y obras, los separa del mundo y los señala como pueblo peculiar de Dios. El carácter y la disposición de los seguidores de Cristo serán como los del Maestro. El es el modelo, el ejemplo santo y perfecto dado a los cristianos para que lo imiten...
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