Ir al contenido principal

En los Lugares Celestiales


Un templo para Dios, 3 de julio https://ift.tt/SPUlVJh ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1 Corintios 3:16. Desde siglos eternos fue el propósito de Dios que cada ser creado, desde el resplandeciente y santo serafín hasta el hombre, fuera un templo donde morara el Creador. Debido al pecado, la humanidad dejó de ser un templo para Dios... Dios tenía el propósito de que el templo de Jerusalén fuera un recordativo continuo del alto destino abierto a cada alma. Pero los judíos no habían entendido el significado del edificio que contemplaban con tanto orgullo... Los atrios del templo de Jerusalén, llenos del tumulto de un tráfico profano, representaban con demasiada veracidad al templo del corazón, contaminado por la presencia de la pasión sensual y los pensamientos no santificados. Al limpiar el templo de los compradores y vendedores mundanos, Jesús anunció su misión de limpiar el corazón de la contaminación del pecado: deseos mundanos, pasiones egoístas, malos hábitos que corrompen el alma... Solamente Cristo puede limpiar el templo del alma ... Su presencia limpiará y santificará el alma para que pueda ser un santo templo para el Señor, “para morada de Dios en el Espíritu”. Efesios 2:22. Mediante esta hermosa e imponente figura, la Palabra de Dios muestra la importancia que Dios le da a nuestro organismo físico y la responsabilidad que hay en nosotros de preservarlo en las mejores condiciones. Nuestros cuerpos son la posesión adquirida de Cristo y no estamos libres de hacer con ellos lo que nos plazca. El hombre ha hecho eso. Ha tratado a su cuerpo como si sus leyes no previeran castigos. Mediante el apetito pervertido sus órganos y facultades se han debilitado, enfermado, lisiado... Hemos de responder a Dios por nuestros hábitos y prácticas. Por lo tanto no debiéramos preguntarnos: “¿Qué dirá el mundo?”, sino: “Pretendiendo ser cristiano, ¿cómo trataré yo la habitación que Dios me ha dado?” The Review and Herald, 31 de diciembre de 1908.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA IGLESIA ADVENTISTA NO ES BABILONIA... ¡ES LAODICEA!

Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la Biblia la verdad del sábado y buscaron la iglesia que respetara los mandamientos de Dios y encontraron a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Desde entonces he tenido la convicción de que la Iglesia Adventista es la Iglesia Verdadera, por cuanto es la única que predica la verdad completa y cumple los dos requisitos que ESTÁN ESCRITOS tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento: ANTIGUO TESTAMENTO: “!!A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”(Isaías 8:20) NUEVO TESTAMENTO “ Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apocalipsis 14:12) “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesu