El camino de la obediencia es el camino de la santidad, 18 de diciembre https://ift.tt/cRMA1Nw “Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán”. Daniel 12:10. Este mundo es un teatro. Los actores, los habitantes del mundo, se están preparando para desempeñar su parte en el último gran drama. Se pierde de vista a Dios. No hay unidad de propósito, con la excepción de grupos de personas que se unen para lograr sus fines. Dios observa las cosas. Se cumplirán sus propósitos en cuanto a sus súbditos rebeldes. El mundo no ha sido entregado en las manos de los hombres, aunque Dios esté permitiendo que los elementos de confusión y de desorden predominen por un tiempo. Un poder que procede de abajo está en acción para causar las últimas grandes escenas del drama, cuando venga Satanás como si fuera Cristo y obre con todo engaño de iniquidad en aquellos que se están ligando en sociedades secretas. Los que se rinden ante el sentimiento de formar [tales] confederaciones están promoviendo los planes del enemigo. El efecto seguirá a la causa. La transgresión casi ha alcanzado su límite. La confusión llena el mundo y un gran terror pronto vendrá sobre los seres humanos. El fin está cerca. Nosotros, quienes conocemos la verdad, debemos estar preparándonos para lo que pronto se desatará sobre el mundo como una sorpresa abrumadora... Los impíos han escogido a Satanás como su jefe. Bajo su dominio, las maravillosas facultades de la mente se usan para idear instrumentos de destrucción. Dios ha dado a la mente humana gran poder, poder para mostrar que el Creador ha dotado al hombre con habilidad para hacer una gran obra contra el enemigo de toda justicia, poder para mostrar que se pueden ganar victorias en el conflicto contra el mal... Pero cuando se entregan en manos del enemigo aquellos a quienes Dios ha confiado capacidades, se convierten en un poder para destruir. Cuando los hombres no hacen de Dios lo primero, lo último y lo mejor en todas las cosas; cuando no se entregan a él para la realización de los propósitos divinos, se presentan a Satanás y usan para su servicio las mentes que, entregadas a Dios, podrían hacer gran bien. Bajo la dirección satánica hacen una mala obra con gran poder y destreza. Dios tenía el propósito de que ellos actuaran en un plano de acción elevado, que se compenetraran de los pensamientos ce Dios, y que así adquirieran una educación que los capacitaría para efectuar las obras de justicia; pero no conocen nada de esa educación. Han quedado en la impotencia. Sus facultades no los conducen correctamente, pues están bajo el dominio del enemigo. El camino de la santidad y del cielo está en la senda de la obediencia. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.—Carta 141, 1902.
"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
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