Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
Cristo es la vid verdadera, 7 de octubre Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Juan 15:1. https://ift.tt/LapZxed Los que quieran seguir a Cristo, deben creer en él; deben abrir el corazón para recibirlo como huésped permanente. Deben morar en Cristo como el pámpano mora en la vid viviente. Existe una unión vital que se ha formado entre la cepa y el sarmiento, y el mismo fruto que aparece en éste es el que se ve en el resto de la planta. Así el Señor obrará mediante los instrumentos humanos que se unen a Cristo. Los que tienen confianza permanente en Cristo, tendrán, corno Enoc, un sentido de la constante presencia de Dios. ¿Por qué sucede que hay tantos que experimentan incertidumbre y se sienten huérfanos? Se debe a que no cultivan la fe en la certidumbre preciosa de que Cristo es el portador de sus pecados. Jesús tomó sobre sí la naturaleza humana en favor de los que habían transgredido la ley, y llegó a ser semejante a nosotros para que pudiéramos tener seguridad y paz eternas. Tenemos un abogado en los cielos, y quienquiera que lo acepte como su Salvador personal, no queda huérfano para soportar la maldición de sus propios pecados. Debemos cultivar diariamente la confianza en Aquel que se ha encargado de nuestro caso, que es nuestro sumo sacerdote fiel y misericordioso, y también diariamente debemos contemplarlo, “porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado [no en unas pocas cosas, sino en todo, como nosotros], es poderoso para socorrer a los que son tentados”. “Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas”. Aún ahora, en el cielo, se aflige con nuestras aflicciones; y como un Salvador viviente, como un Abogado interesado, está intercediendo por nosotros.—The Youth’s Instructor, 18 de octubre de 1894.
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374