Recibiréis Poder


Recibiréis Poder
Una conexión permanente, 24 de octubre También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar. Lucas 18:1. https://ift.tt/r3Fk7Zx En ningún momento podemos prescindir de la asistencia de aquello que nos capacita para comenzar. Para nosotros las bendiciones recibidas bajo la lluvia temprana son necesarias hasta el fin. Sin embargo, ellas solas no serán suficientes. Por otra parte, mientras apreciamos la bendición de esta lluvia, no debemos perder de vista el hecho de que sin la lluvia tardía para que llene las espigas y madure el grano, la cosecha no estará lista para la hoz y el trabajo del sembrador habrá sido en vano. La gracia divina es necesaria al comienzo, a cada paso de nuestro avance, y sólo ella puede completar la obra. No hay lugar para el descanso en una actitud descuidada. No debemos olvidar nunca las advertencias de Cristo: “Velad y orad”, “Velad, pues, en todo tiempo orando”. Lucas 21:36. Una conexión permanente con el agente divino es esencial para nuestro progreso. Podemos haber tenido una medida del Espíritu de Dios, pero por la oración y la fe debemos buscar continuamente más del Espíritu. Si cesan nuestros esfuerzos, no lograremos nada. Si no avanzamos, y si no nos ponemos en una actitud de recibir tanto la lluvia temprana como la tardía, perderemos la salvación, y la responsabilidad será nuestra. “Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía”. Zacarías 10:1. No descansen satisfechos de que en el transcurso común de las estaciones la lluvia caerá. Pídanla. El crecimiento y la maduración de la semilla no descansa sobre el agricultor. Sólo Dios puede hacer madurar la cosecha. Pero se requiere la cooperación del hombre. La obra de Dios demanda de nosotros la acción de la mente y el ejercicio de nuestra fe. Debemos buscar sus favores de todo corazón para que las lluvias de gracia caigan sobre nosotros. Deberíamos aprovechar cada oportunidad de ponernos en el cauce de las bendiciones. Cristo dijo: “Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Mateo 18:20. Las convocaciones de la iglesia, ya sea en las reuniones campestres, las asambleas y toda ocasión donde hay alguna actividad en favor de otros, son las oportunidades designadas por Dios para dar la lluvia temprana y la lluvia tardía.—The Review and Herald, 2 de marzo de 1897.
¡Visita Recibiréis Poder!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374