Exaltemos a Jesús como el hijo de Dios durante el nuevo año, 1 de enero
Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo
digno de alabanza, en esto pensad. Filipenses 4:8. {EJ 9.1}
Ya ha comenzado el año nuevo; sin embargo, antes de darle la bienvenida,
nos detenemos para preguntar: ¿Cuál ha sido la historia del año que acaba de
pasar a la eternidad con su carga de registros? La amonestación del apóstol
llega hasta cada uno de nosotros: “examinaos a vosotros mismos si estáis en la
fe; probaos a vosotros mismos”. 2 Corintios 13:5. ¡No permita Dios
que en esta hora tan importante nos encontremos de tal manera preocupados por
otros asuntos que no tengamos tiempo para realizar un autoexamen serio, cándido
y crítico! Dejemos atrás las cosas de menor importancia y ocupémonos ahora de
las que conciernen a nuestros intereses eternos... {EJ 9.2}
Ninguno de nosotros puede representar el carácter de Cristo por su
propia fuerza; pero si Cristo vive en el corazón, el Espíritu que mora en él
será revelado en nosotros; así todo lo que nos falta quedará suplido. Al
comienzo de este nuevo año, ¿quién se esforzará por obtener una experiencia
nueva y genuina en las cosas de Dios? Rectifiquen sus equivocaciones, en la
medida de lo posible. Confiesen unos a otros sus errores y pecados. Deséchese
toda amargura e ira y malicia; que la paciencia, la longanimidad, la bondad y
el amor lleguen a formar parte de su mismo ser; entonces, todo lo puro y amable
y de buen nombre madurará en su experiencia... {EJ 9.3}
¿Qué frutos produjimos durante el año que acaba de pasar? ¿Qué
influencia hemos ejercido sobre los demás? ¿A quiénes hemos traído al redil de
Cristo? Los ojos del mundo están sobre nosotros. ¿Somos epístolas vivientes de
Cristo, conocidas y leídas de todos los hombres? ¿Imitamos el ejemplo de Jesús
en abnegación, humildad, mansedumbre, paciencia, disposición para llevar la
cruz y devoción? ¿Se verá el mundo compelido a reconocer que somos siervos de
Cristo?... {EJ
9.4}
¿No trataremos de corregir los errores del pasado durante este nuevo
año? A nosotros nos corresponde cultivar individualmente la gracia de Cristo,
ser mansos y humildes de corazón, ser firmes, inamovibles, constantes en la
verdad; porque sólo así se puede progresar en la santidad y ser hechos aptos
para la herencia de los santos en luz. Comencemos el año renunciando
completamente al yo; oremos en procura de un discernimiento claro, para que
podamos comprender lo que el Salvador exige de nosotros, y para que lleguemos a
ser testigos de Cristo en todo momento y lugar.—The Signs of the Times, 4 de enero de
1883. {EJ
9.5}
Exalten a Jesús, ustedes que enseñan al pueblo. Exáltenlo en sus
exhortaciones, sermones, cantos y oraciones. Que todos sus esfuerzos se
concentren en llevar a las almas confusas, perplejas y perdidas, hacia “el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29. Invítenlos a mirar y vivir.—The Review and Herald, 12 de abril de
1892. {EJ
9.6}
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