09
de Febrero ALUMBRA MI
ENTENDIMIENTO.- MI VIDA HOY
Que el Dios del Señor nuestro
Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación
para su conocimiento; alumbrando los ojos de
vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su
vocación, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos. (Efe
1:17-18)
Para la
mente renovada por el Espíritu Santo, divina belleza y luz celestial irradian
de la página sagrada. Lo que para la mente terrenal es un desolado desierto,
para la mente espiritual se convierte en una tierra surcada de corrientes
vivas. (ST, 10-10-1906)
Sólo el
Espíritu Santo nos puede hacer sentir la importancia de lo que es fácil
comprender, o impedir que nos apartemos del sentido de las verdades de difícil
comprensión. Hay santos ángeles que tienen la misión de influir en los
corazones para que comprendan la
Palabra de Dios, de suerte que la belleza de ésta nos
embelese, sus advertencias nos amonesten y sus promesas nos animen y vigoricen.
Deberíamos hacer nuestra la petición del salmista: "¡Abre mis ojos, para
que vea las maravillas de tu ley!" (CS:658)
El santo y
educador Espíritu de Dios se encuentra en su Palabra. Irradia de cada página
una luz nueva y preciosa. Allí se revela la verdad y las palabras y cláusulas
se vuelven luminosas y se adecuan a la ocasión, como si la voz de Dios hablara
por medio de ellas.
Debemos
reconocer que el Espíritu Santo nos ilumina. Al Espíritu le complace dirigirse
a los niños y descubrir ante ellos los tesoros y hermosuras de la Palabra. Las promesas
hechas por nuestro Gran Maestro cautivarán los sentidos y animarán el alma del
niño con una fuerza espiritual de origen divino. La mente receptiva se irá
familiarizando con las cosas divinas, que servirán de barricada contra las
tentaciones del enemigo… Esos destellos de amor celestial descenderán sobre el
corazón de los niños como una aspiración. (CPT:171-172) (46)
Comentarios
Publicar un comentario