𝐄𝐯𝐢𝐭𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐝𝐢𝐬𝐩𝐮𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬, 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐨𝐯𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐥𝐚 𝐚𝐫𝐦𝐨𝐧í𝐚, 𝟏𝟗 𝐝𝐞 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 https://m.egwwritings.org/es/book/1750.2620#2620 “𝐂𝐢𝐞𝐫𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐨𝐛𝐞𝐫𝐛𝐢𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐞𝐛𝐢𝐫á 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐞𝐧𝐝𝐚; 𝐦𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐯𝐢𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐭á 𝐥𝐚 𝐬𝐚𝐛𝐢𝐝𝐮𝐫í𝐚. 𝐏𝐫𝐨𝐯𝐞𝐫𝐛𝐢𝐨𝐬 𝟏𝟑:𝟏𝟎. La Reforma se vio enormemente retrasada por enarbolar prominentes diferencias en algunos puntos de fe, en tanto que cada sector sostenía tenazmente los aspectos en los que diferían. Antes de mucho habrá un acuerdo, pero ponerse firmes y considerar que es vuestra responsabilidad presentar sus puntos de vista en decidida oposición a la fe o a la verdad, como la hemos enseñado, es un error que traerá daño y nada más que daño, como en los días de Lutero. Así comienzan a apartarse y se sienten en libertad de expresar sus ideas sin referencia a los enfoques de sus asociados y así se planteará una condición con la que ni siquiera han soñado. Mi esposo tenía algunas ideas en ciertos aspectos que diferían de los puntos de vista asumidos por sus hermanos. Me fue revelado que por verdaderos que fueran sus puntos de vista, Dios no lo había invitado a exponerlos delante de nuestros hermanos y generar, de este modo, diferencias de ideas... No se debe dirigir la atención hacia conceptos especulativos, porque hay ciertas mentes peculiares a las que les encanta asumir ideas que otros no aceptan, argumentando y atrayendo todo hacia ese aspecto, insistiendo en ese punto y magnificándolo, cuando en realidad es un asunto que no es de vital importancia y se lo entenderá de una forma diferente. En dos ocasiones me fue mostrado que todo aquello que en este tiempo desvíe a nuestros pastores de los aspectos esenciales no debiera presentarse como una cuestión primordial. Cristo no reveló muchas cosas que eran verdad, porque habría creado diferencias de opinión y despertado disputas. Pero los jóvenes que no han pasado por la experiencia que nos tocó vivir podrían no tomar en cuenta ese aspecto. Nada los satisfaría más que iniciar una discusión... Estamos en el gran día de la expiación, un tiempo en que deberíamos afligir nuestras almas, confesar nuestros pecados, humillar nuestros corazones delante del Señor y estar listos para el gran conflicto. Cuando estas contiendas se planteen delante del pueblo, creerán que uno tiene la razón, entonces habrá otro totalmente opuesto que considere tener la razón. La pobre gente quedará confundida y la conferencia no habrá servido de nada. Ahora cuando reina la disensión y la contienda, debiera hacerse un esfuerzo decidido para dominar el problema, para publicar con la pluma y con la voz, aquellas cosas que sólo revelen armonía.—Carta 37, 1887.
"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
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