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Comentarios Elena G.W https://ift.tt/3rphh8q Cristo… vino a este mundo en forma humana para vivir como un hombre entre los hombres. Tomó las flaquezas de la naturaleza humana para ser probado y examinado. En su humanidad, era participante de la naturaleza divina. En su encarnación, ganó en un nuevo sentido el título de Hijo de Dios. Dijo el ángel a María: “El poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”. Lucas 1:35. Si bien era el Hijo de un ser humano, llegó a ser en un nuevo sentido el Hijo de Dios. Así estuvo en nuestro mundo: el Hijo de Dios, y sin embargo unido a la raza humana por su nacimiento. Cristo vino en forma humana para mostrar a los habitantes de los mundos no caídos y del mundo caído que se ha hecho amplia provisión a fin de capacitar a los seres humanos para que vivan en lealtad a su Creador (Mensajes selectos, t. 1, pp. 2265, 266). [Cristo] fue tentado en todo como el hombre es tentado, y sin embargo él es llamado “el Santo Ser”. Que Cristo pudiera ser tentado en todo como lo somos nosotros y sin embargo fuera sin pecado, es un misterio que no ha sido explicado a los mortales. La encarnación de Cristo siempre ha sido un misterio y siempre seguirá siéndolo. Lo que se ha revelado es para nosotros y para nuestros hijos; pero que cada ser humano permanezca en guardia para que no haga a Cristo completamente humano, como uno de nosotros, porque esto no puede ser. No es necesario que sepamos el momento exacto cuando la humanidad se combino con la divinidad. Debemos mantener nuestros pies sobre la Roca Cristo Jesús, como Dios revelado en humanidad (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 5, p. 1103). Cristo puso de lado su ropaje real, su corona regia y su elevada autoridad, y descendió hasta las mayores profundidades de la humillación. Habiendo tomado sobre sí la naturaleza humana, hizo frente a todas las tentaciones de la humanidad y derrotó en nuestro beneficio al enemigo en todo sentido. Hizo todo esto para poner a disposición de los seres humanos poder que les permitiera ser vencedores. “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”. Mateo 28:18. Esto da a todos los que están dispuestos a seguirle. Pueden demostrar ante el mundo el poder que hay en la religión de Cristo para conquistar el yo. Cristo dijo: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:29. ¿Por qué no aprendemos diariamente del Salvador? ¿Por qué no vivimos en constante comunión con él, para que en nuestro trato unos con otros podamos hablar y actuar bondadosa y cortésmente? ¿Por qué no honramos al Señor manifestando ternura y amor unos por otros? Si hablamos y obramos en armonía con los principios del cielo, los incrédulos serán atraídos hacia Cristo mediante su asociación con nosotros (Testimonios para la iglesia, t. 9, pp. 152, 153).

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374