Cada Día con Dios


𝐔𝐧 𝐚𝐧𝐭𝐢𝐜𝐢𝐩𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨, 𝟐𝟎 𝐝𝐞 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞⁣ https://m.egwwritings.org/es/book/1699.2477#2477⁣ 𝐘 𝐞𝐥 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐨𝐧𝐨 𝐝𝐢𝐣𝐨: 𝐇𝐞 𝐚𝐪𝐮í, 𝐲𝐨 𝐡𝐚𝐠𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚𝐬 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬. 𝐘 𝐦𝐞 𝐝𝐢𝐣𝐨: 𝐄𝐬𝐜𝐫𝐢𝐛𝐞; 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐟𝐢𝐞𝐥𝐞𝐬 𝐲 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝𝐞𝐫𝐚𝐬. 𝐀𝐩𝐨𝐜𝐚𝐥𝐢𝐩𝐬𝐢𝐬 𝟐𝟏:𝟓. ⁣ ⁣ En la reunión de esta mañana, al escuchar los testimonios que se dieron aquí, mientras se cantaba el último himno, me olvidé de mí misma. Mi mente se dirigió a la otra orilla, al momento cuando se celebre una gran reunión en la ciudad de Dios alrededor del gran trono blanco, y los redimidos entonen himnos de triunfo, victoria y alabanza a Dios y al Cordero. En ese momento mismo, ese pensamiento produjo en mí un sentimiento tan solemne y tan dulce, que conmovió mi corazón y no pude evitar las lágrimas. ¡Oh, cuán felices seremos cuando nos reunamos junto al trono, revestidos de las túnicas blancas de la justicia de Cristo! No habrá más pesar ni separación, sino que moraremos en paz, felicidad y gloria por las edades sin fin de la eternidad. ¡Qué grupo de gente feliz seremos! ⁣ ⁣ Consideremos ahora que tenemos los mismos privilegios aquí. Cuando tomamos en cuenta el infinito sacrificio que hizo nuestro Salvador para que pudiéramos llegar a ser hijos de Dios y miembros de la familia real, cuando pensamos en esa exaltación, cuando meditamos en que todos estos privilegios serán nuestros y pueden ser nuestros cada día, que podemos disponer de las prerrogativas que les corresponden a los hijos e hijas de Dios, ¿cómo puede quejarse alguien? ¿Cómo puede alguien murmurar? ¿Cómo pueden hallarse esas cosas en nuestro corazón? ⁣ ⁣ Debiéramos ser la gente más agradecida de la tierra. Nuestra felicidad depende de nuestra fe y nuestra confianza en Dios. Y además, cuando pensamos en la esperanza y la fe que tenemos, que se proyectan hasta el mundo venidero; cuando meditamos en el hecho de que perdurarán por las edades sin fin de la eternidad, quisiera saber cómo nos sentimos con respecto a las súplicas que se han presentado esta noche... Tengo la impresión de que ha llegado el momento cuando Dios suscitará hombres que emprendan esta tarea. ⁣ ⁣ Si hay algo que yo puedo hacer en favor de esta obra, lo haré. Hay muchos que están dispuestos a dar su dinero, pero no a entregarse a sí mismos. ¿Por qué no encontramos más personas dispuestas a consagrarse a esta obra?—Manuscrito 5, del 20 de noviembre de 1883, “Sermón pronunciado por la Hna. White en la última reunión matutina del Congreso de la Asociación General celebrado en Battle Creek, Míchigan, en esa fecha”.

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374