Ir al contenido principal

Jesús, el poderoso suplicante


Jesús, el poderoso suplicante, 10 de marzo

Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. Juan 17:20. ELC 78.1
Pensad en Cristo, el Ser adorado por los ángeles, en la actitud de quien suplica. El fue un poderoso suplicante, que buscaba de las manos del Padre nuevas reservas de gracia y que salía vigorizado y refrigerado para impartir lecciones de confianza y esperanza. Miradlo arrodillado en oración mientras en las horas nocturnas derrama su alma ante el Padre. Mirad los ángeles que velan sobre el fervoroso suplicante. Su oración se eleva al cielo en favor nuestro. El es nuestro Hermano mayor, rodeado de las debilidades humanas y tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. ELC 78.2
A menudo los discípulos, con los corazones quebrantados y humillados, vieron a Cristo arrodillado en oración. Cuando su Señor y Salvador se levantaba de sus rodillas, ¿qué leían en su semblante y en su porte? Que estaba listo para el deber y preparado para la prueba. La oración era una necesidad de su humanidad, y sus peticiones estaban a menudo acompañadas por fuertes clamores y agonía de alma, al ver las necesidades de sus discípulos los cuales, no dándose cuenta del peligro, frecuentemente eran llevados, bajo las tentaciones de Satanás, lejos del deber, a la práctica del mal. ELC 78.3
La vida de Cristo fue pura y sin mancha. Rehusó ceder a las tentaciones del enemigo. Si hubiera cedido en un solo punto la familia humana se habría perdido. ¿Quién puede contar la agonía que sufre al ver a Satanás jugar el juego de la vida en procura de las almas de aquellos que dicen ser sus discípulos, y los ve ceder paso tras paso, permitiendo que sean derribadas las defensas del alma? No podemos concebir la agonía que él tiene que soportar ante esa vista. Una sola alma perdida, un alma entregada al poder de Satanás, significa más para él que el mundo entero.—Manuscrito 9, 1906. ELC 78.4

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA IGLESIA ADVENTISTA NO ES BABILONIA... ¡ES LAODICEA!

Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la Biblia la verdad del sábado y buscaron la iglesia que respetara los mandamientos de Dios y encontraron a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Desde entonces he tenido la convicción de que la Iglesia Adventista es la Iglesia Verdadera, por cuanto es la única que predica la verdad completa y cumple los dos requisitos que ESTÁN ESCRITOS tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento: ANTIGUO TESTAMENTO: “!!A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”(Isaías 8:20) NUEVO TESTAMENTO “ Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apocalipsis 14:12) “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesu