Llenos de su justicia, 10 de marzo
Bienaventurados los que tienen
hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Mateo 5:6. DNC 78.1
La justicia es santidad,
semejanza a Dios; y “Dios es amor”. 1 Juan 4:16. Es conformidad a la ley de Dios,
porque “todos tus mandamientos son justicia” (Salmos 119:172); y “el cumplimiento de la ley
es el amor”. Romanos 13:10. La justicia es amor, y el amor
es la luz y la vida de Dios. La justicia de Dios se incorpora en Cristo. Al
recibirle a él, recibimos la justicia. DNC 78.2
No es por conflictos penosos ni
por rudo trabajo, ni aun por dones o sacrificios, como se obtiene la justicia;
sino que se concede gratuitamente a toda alma que tiene hambre y sed de
recibirla. “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen
dinero, venid, comprad y comed... sin dinero y sin precio”. Isaías 55:1. “Su salvación de mí vendrá, dijo
Jehová”. “Este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia
nuestra”. Isaías 54:17; Jeremías 23:6. DNC 78.3
No hay agente humano que pueda
facilitar lo que satisfaga el hambre y la sed de justicia. Pero dice Jesús: “Yo
soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí
cree, no tendrá sed jamás”. Juan 6:35. DNC 78.4
Cuanto más conocemos a Dios,
tanto más alto será nuestro ideal de carácter, y tanto más ansioso nuestro
deseo de reflejar su imagen. Un elemento divino se une con lo humano cuando el
alma busca a Dios, y el corazón anheloso puede decir: “Alma mía, en Dios
solamente reposa, porque de él es mi esperanza”. Salmos 62:5. DNC 78.5
El llamamiento continuo del
corazón es, “Más de ti”, y siempre viene la respuesta del Espíritu, “Mucho
más”. Romanos 5:9-10... Era el buen deseo del Padre
que en Cristo “habitase toda plenitud”, y “vosotros estáis completos en él”. Colosenses 1:19; 2:10. DNC 78.6
Cristo es el gran depósito de
la justicia que justifica y la gracia que santifica. DNC 78.7
Todos pueden venir a él y
recibir de su plenitud.* DNC 78.8
Comentarios
Publicar un comentario